lunes, diciembre 20, 2004

Una verdad




"A diferencia del alcohol, a diferencia de los torpes sucedaneos modernos, el opio no solo no enturba la conciencia, sino que le proporciona su grado mas alto de limpidez. Fue por eso la droga favorita de cientificos y analistas; con el opio la razon adquiere una luz nueva, un resplandor inmensamente dilatado que es como el fiat originario. Se lo ha llamado con justicia la droga del paraiso, no solo porque fue la primera que conocio el hombre sino porque pone de manifiesto la parte divina de su naturaleza, esa parte que el hombre parece tener mucho mas que a su parte demoniaca. Como explicar si no que legiones de medicos y gobernantes se confabulen para amontonar mentiras en su contra. Y como no pueden ocultar los milagros de liberacion que otorga la pequeña nuez se dedican a fabricar espantosas imaginarias secuelas. Es verdad como dice De Quincey que el opio guardaba terrores para vengarse de quienes abusan de su condescendecia. ¿Y que? El opio no juzga y a quien busca el infierno le concede el infierno. El miedo es un argumento muy pobre. ¿Que diran el dia, no muy lejano, en que se logre revestir el hipotalamo y el opio sea tan peligroso como la cafeina? Digamos para terminar, con las justas palabras de O´Brien que el fumador de opio goza de una maravillosa expansion del pensamiento, de una prodigiosa intensificacion de las facultades perceptivas, de una sensacion de existir sin limites que no se cambia por ningun trono y que espero que ustedes, buenos muchachos, no prueben nunca jamas."

G. Martinez
Acerca de Roderer

Ser o no ser



"Es posible que mañana muera, y en la tierra no quedara nadie que me haya comprendido por completo. Unos me considerarán peor y otros mejor de loque soy. Algunos diran que era una buena persona; otros, que era un canalla: pero las dos opiniones seran igualmente equivocadas."

E. Sabato

To be or not to be

"Yo quise ser un rojo violín desorbitado,
un ex abrupto eterno,
un jardín de magnolias o una tromba,
y solo soy ahora profesor de nostalgias,
edecán del otoño pesaroso

Yo quise ser el mar,
o tal vez quise ser el que no quise,
un triangulo isósceles o un trueno,
o una momia egipcia
con su paz infinita, imperturbable

Eso quise tal vez en mi constancia,
en mi apuro, en mi afán, en mi zozobra,
quise ser el revés, la mano izquierda,
el costado de mi, mi renegado
y solo soy mi tu, mi pobre mi,
un pronombre ya exhausto,
un posesivo huérfano, un despojado de mi

Eso quise tal vez,
y solo soy ahora mi vecino
apenas mi perfil, mi suroeste,
mi terco lateral:
estoy en la adyacencia limítrofe de mi,
y siento desazón, me extraño mucho."

Como una luna en el agua





"Toco tu boca, con un dedo toco el borde de tu boca, voy dibujándola como si saliera de mi mano, como si por primera vez tu boca se entreabriera, y me basta cerrar los ojos para deshacerlo todo y recomenzar, hago nacer cada vez la boca que deseo, la boca que mi mano elige y te dibuja en la cara, una boca elegida entre todas, con soberana libertad elegida por mí para dibujarla con mi mano en tu cara, y que por un azar que no busco comprender coincide exactamente con tu boca que sonríe por debajo de la que mi mano te dibuja. Me miras, de cerca me miras, cada vez más de cerca y entonces jugamos al cíclope, nos miramos cada vez más de cerca y los ojos se agrandan, se acercan entre sí, se superponen y los cíclopes se miran, respirando confundidos, las bocas se encuentran y luchan tibiamente, mordiéndose con los labios, apoyando apenas la lengua en los dientes, jugando en sus recintos donde un aire pesado va y viene con perfume viejo y un silencio. Entonces mis manos buscan hundirse en tu pelo, acariciar lentamente la profundidad de tu pelo mientras nos besamos como si tuviéramos la boca llena de flores o de peces, de movimientos vivos, de fragancia oscura. Y si nos mordemos el dolor es dulce, y si nos ahogamos en un breve y terrible absorber simultáneo de aliento, esa instantánea muerte es bella. Y hay una sola saliva y un solo sabor a fruta madura, y yo te siento temblar contra mí como una luna en el agua. "

J. Cortazar
Rayuela