martes, marzo 01, 2005

Brasas


Toda la noche caminando sobre brasas
y a lo lejos las puertas de los autos
que se cierran de un golpe.
Estás harto de la comida seriada de los aviones
y del doble que crece a costa de tus nervios
tratando de conquistar el mundo
o metabolizar el día.
Que está extraviado. La buena onda
se echó a perder hace una semana.
A los jeans mojados les crecieron hongos.
Y las palabras que elaboraste de disculpa
son las migas que deja un paranoico,
para saber cómo volver a casa.

Ni yo

pienso que en este momento
tal vez nadie en el universo piensa en mi
que sólo yo me pienso
y si ahora muriese, nadie, ni yo, me pensaría

y aquí empieza el abismo,
como cuando me duermo
soy mi propio sostén y me lo quito
contribuyo a tapizar de ausencia todo

tal vez sea por esto
que pensar en un hombre
se parece a salvarlo