miércoles, agosto 26, 2009

Junkie

"Para convertirse en adicto hay que tener muchas ganas, hay que poseer una voluntad indomable, la decisión absoluta de pertenecer a ese grupo y vivir esa vida. Porque la primera vez que uno se inyecta en la vena, la sensación es violentamente desagradable. Uno se siente descompuesto, enfermo, agonizante. Los dolores son horribles. Y hay que atravesar seis o siete sesiones hasta que el organismo se acostumbra y pide más. Entonces, la inyección en la vena empieza a producir placer y alivio. Pero ya han pasado tres meses o más, desde que uno dio comienzo a la iniciación".

William Burroughs acerca de los heroinómanos