Edipo Rey

Edipo es Rey. Nosotros lo hemos coronado. Es la tragedia del destino. Toda nuestra herencia cultural se basa en ella. La suprema voluntad de los dioses o diosas y el vano intento del hombre de escaparle, no sólo físicamente sino también cognoscitivamente. No queremos aceptar esa "mediocridad" de ser hombres y no dioses. Esta voluntad inexorablemente es inevitable. No hay misericordia. Supuestamente el conocimiento esencial se encuentran a través del sufrimiento. Aprendemos a ser modestos frente a los dioses. "Este fin si justifica los medios", se olvidan de decir algunos que hablan de aprendizaje, de lección de vida. Eufemismos! "Todo lo malo pasa por algo", en palabras de otros. Un carajo! Si es así es una mierda! Lo importante es saber que no siempre fue así. Sófocles con sus tragedias, luego las nociones de pecado y castigo que surgieron con la religión cristiana y finalmente con nosotros como cómplices hemos hecho de esta tradición un callejón sin salida. Y el que sufre se encuentra aislado del resto de su especie. Nadie lo entiende. Es único. El hombre pelea una batalla fútil contra poderes sobrehumanos que buscan su destrucción, su "aprendizaje". Y a pesar de haber sentido un exceso en el castigo, en la “lección", llega la reconciliación, la armonía restaurada. Edipo la personificación del sufrimiento humano. Edipo como el resumen de nuestra existencia. A partir de todo esto es que decimos que ya todo esta escrito. Edipo es, indudablemente, Rey.

Sólo nos queda internarnos en la selva, otra vorágine, sino pregúntenle a Rivera.

N.