martes, diciembre 21, 2004

Sobre decir lo que se dice






"Nadie nos dice adiós, nadie nos deja, no te rindas."


Algun mail con mi querido amigo y poeta Andrés Gallina. Intercambios filosóficos de un mundo en constante pregunta. Espero que nuestras charlas tengan otros destinatarios a futuro. No se pierda. Espero su "Adela".




.....................................................................................................................................................




Renato ha resistido, por fortuna o no, de los que ahora sólo podemos leer y no inventar teorías nuevas. Es fácil permanecer ciegos ante un mundo que se nos presenta dado, deliberado y concluido. Ante todo lo que pueda llegar a escribir, me antoja señalar que disiento. En más de una oportunidad concebí al mundo completo como una verdad irrefutable. De más esta decir que Descartes también lo vivió así en su penetración idealista. Si arduo se le hizo su andar hacia esa abstracción intelectual, cuanto más a nosotros. ¿Quien no se habrá tentado en su época por sentidos convincentes que entienden ser omnisapientes? ¿Como no sentir el volcar del espíritu sobre las cosas, el derramar de la percepción? El hombre tenia respuestas, porque el hombre quiso ir más allá, Descartes fue más allá. Anheló una verdad ignota y apartó a su atención de la atención misma, disponiendo una cenestesia incierta para la época. No olvidar el periodo de crisis que tanteo la vida del filosofo en cuestión, gran fuente de inspiración para cualquier pensador. Otórguese un halo de sospecha, y crea en la posibilidad de lo desconocido.
Foucalt en referencia a otro tema pero por analogía aplicable a la cuestión no se permite el pensar y toma como premisas que cualquier discurso no es más que un excedente implícito en otro anterior; puesto que no hace otra cosa más que decir lo que se dice. Nos alegraremos mediocremente con el encuentro de lo verosímil, pero la asequible verdad permanecerá oculta si nos hacemos veleidosos en nuestro pensar. Todos tenemos una rebanada de genialidad que debemos poner en practica, algunos tienen la suficiente voluntad o capacidad para que esta salga a la vista.
Habiendo pensado, me encuentro inesperadamente lánguido. Hasta aquí, con certeza, lo que pensó algún otro.



N.